sábado, 20 de octubre de 2012

Motivación de logro

Continuando con el tema de "La motivación", hoy hablaremos sobre "La motivación de logro", siendo este tipo de motivación, el más estudiado en el ámbito del logro escolar.
La motivación de logro, definida como la motivación por tener éxito, por ser bueno en algo. La motivación de logro o necesidad de logro es importante para cualquier tipo de aprendizaje, y no se refiere solamente  al desempeño académico, sino a cualquier actividad en la que la persona desea destacar. Respecto del desempeño escolar la motivación de logro se manifiesta en variadas conductas. Por lo general, los estudiantes con alta motivación de logro en lo académico presentan las siguientes conductas:
  1. escogen compañeros de trabajo de buen rendimiento escolar;
  2. muestran una mayor persistencia en las tareas asignadas;
  3. mantienen altos niveles de rendimiento sin control de docentes y/o apoderados;
  4. escogen tareas de dificultad moderada en lugar de fáciles.
A pesar de que la motivación de logro se ve como una teoría bastante clara en cuanto al rendimiento escolar, el panorama se hace más complicado por la intervención de dos factores que puede tener la motivación en el logro: el factor social y las atribuciones de éxito/fracaso.

El factor social

Si observamos detenidamente a los niños en edad pre escolar, nos daremos cuenta de que la motivación de logro se caracteriza por ser autónoma, es decir, está orientada a una comparación con sus propios logros. En otras palabras,en el caso de un niño que aprende a caminar, él se está comparando con su logro anterior, que era gatear y no se está comparando con otro niño, si aprendió antes o después, mejor o peor. Dicho de otra forma, el niño va logrando pequeñas metas, una tras otra, de lo más simple a lo más complejo, sin saber ni importarle lo que otros niños de edad logran. Sin embargo, cuando el niño hace ingreso al sistema escolar, es posible que la motivación de logro cambie, orientándose a lo social, en donde el logro es comparado con el logro de otros. Esto es fomentado por nuestro sistema escolar, que se caracteriza por ser altamente competitivo. Es más, el logro del niño no sólo es comparado con el logro de sus compañeros, sino con el de hermanos, primos y hasta vecinos. Esto pone a los infantes en una situación particular, porque en un grupo diversificado, solo son ganadores los que obtienen sus logros; en cambio, quién no alcanza lo esperado está a la zaga, no es felicitado, no es valorado como persona, sino que es  arrinconado como un fracasado. Muchos niños en esta situación se desmotivan, porque se dan cuenta de que hagan lo que hagan, no alcanzan las metas de sus compañeros. La competitividad social en la escuela es una generadora de niños desmotivados. Los padres y profesores tenemos el deber moral de apoyar y estimular a aquellos niños que no alcanzan los logros de sus compañeros, de manera que ellos puedan mantener sus metas en alto.Debemos alentarlos a trabajar y hacerlos comprender de que lo que ellos alcanzan es tan importante como lo que alcanzan sus compañeros de mayores logros. Sólo de esta forma, los niños tendrán la suficiente motivación para persistir en la consecución de sus metas.

Las atribuciones de éxito/fracaso

Otro factor que modela la influencia de la motivación de logro en el rendimiento escolar es la atribución que hace el estudiante de su éxito o fracaso. Los niños (y cualquier persona) se desmotivan cuando el alcanzar sus logros se convierte en un continuo repertorio de fracasos. Por el contrario, los niños que ven que sus esfuerzos son recompensados con los èxitos tienden a seguir trabajando para obtener nuevos logros. En estos casos (el de niños que fracasan permanentemente) es conveniente que los docentes les pongamos metas que los niños puedan alcanzar, incrementando las dificultades progresivamente. Cada logro de un niño debe ser estimulado y reforzado convenientemente, poniendo el acento en que estos se logran con trabajo, trabajo y màs trabajo, porque asi es la vida, nada se consigue sin esfuerzo. Toda meta puede ser alcanzada, siempre y cuando los niños sean alentados al trabajo y apoyados en el fracaso. es necesario transmitir a los  estudiantes que los fracasos nos ayudan a crecer, a ver en què fallamos, en definitiva los fracasos son necesarios cuando son bien encauzados y para eso los estudiantes deben contar con el apoyo irrestricto de los adultos. No es bueno enfrentar el fracaso culpando a otros. En la vida de un estudiante, siempre hay una responsabilidad del afectado y esas situaciones podemos remediarlas a pesar de los inconvenientes. Debemos preocuparnos de aquellas cosas que estàn en nuestras manos resolver y no de aquellas en las cuales no tenemos posibilidades de intervenir.